Mis inicios. Una talla menos en un mes!

 El germen se plantó en el verano de 2018. Tras veinte años sin subirme a una bicicleta, me entraron unas ganas enormes de salir a pasear en una.

Sin mucha idea, busqué en internet y me compré una bici barata, para empezar, con tan mala fortuna que no acerté con la talla. Me resultaba grande y era difícil disfrutar de la experiencia porque estaba más pendiente de hacer rodar ese armatoste que de disfrutar de la experiencia.

Dos semanas después, tras una aparatosa caída en la que acabé con las rodillas ensangrentadas, una uña del pie rota, una herida en el brazo y el codo en carne viva, mi aventura con la bici llegaba a su fin víctima de una mala elección de talla.

Pero en el verano de 2020, con las ganas renovadas y unos kilitos de más como consecuencia del confinamiento, decidí volver a intentarlo. Ya no sólo tenía ganas sino que veía en ella una posibilidad de adelgazar.  

Casualmente acompañé a una amiga mía a recoger su bicicleta recién arreglada y volví de esa tienda con una nueva bici para mí. Esta vez la probé y me aseguré de acertar con la talla. Puedes observar, en la foto que pongo a continuación, la diferencia entre ambas.



Al día siguiente, sin indumentaria alguna pero pletórica de emoción, salí a dar una vuelta en mi nueva bici, pero a menos de cinco kilómetros estaba agotada; con la lengua fuera tuve que parar a repostar con mi cantimplora de agua… ¡Qué duros son los comienzos! Jajaja

Un mes más tarde había perdido una talla. La foto que ves a continuación la hice exactamente al mes, el 20 de septiembre de 2020, cuando acababa de pasar de una talla 38 a una 36.


En próximas entradas seguiré contándote más detalles sobre mi nuevo hobby ;) 

Gracias por leerme. 

Bisous de la Beauté.

Comentarios

Entradas populares